Biomasa

¿Qué es la biomasa?

Llamamos biomasa a la abreviatura de masa biológica. La biomasa es la cantidad de materia viva que se ha producido en un área determinada de la superficie terrestre. También usamos ese término para referimos al combustible que se obtiene directa o indirectamente de recursos biológicos.

Biomasa

Así pues, se trata de un combustible de origen biológico, natural, totalmente respetuoso con el medio ambiente y con un coste muy inferior al de cualquier tipo de energía fósil.

Se trata de un vector energético que, a corto plazo, puede ser básico en nuestra sociedad, tanto desde el punto de vista energético y ambiental como para el desarrollo socioeconómico de las zonas rurales.

Lo que comúnmente conocemos como biomasa abarca un gran número de materiales de diversos orígenes y con características muy diferentes: residuos de aprovechamiento forestal y cultivo agrícola, residuos de podas de jardines, residuos de industrias agroforestales, cultivos con fines energéticos, combustibles líquidos derivados de productos agrícolas, residuos de origen animal o humano, etc, todos son considerados dentro de esta definición.

Está considerada como una fuente de energía limpia

Su combustión  no contribuye al aumento del efecto invernadero, ya que el volumen de carbono liberado es idéntico al carbono fijado durante el periodo de vida de la planta. No se produce un aumento de los niveles de CO2. Las instalaciones de generación energética de biomasa se abastecen de una amplia gama de biocombustibles:  astillas, cardos, paja, huesos de aceituna, cascara de almendra y pellets.

Aplicaciones

Doméstica: para producción de calefacción y agua caliente sanitaria (ACS), en viviendas unifamiliares, comunidades de vecinos, barrios o poblaciones enteras, a través de calderas y estufas especificas para biomasa doméstica.

Industrial: generación de calor y agua caliente para procesos industriales, y sobre todo la generación de electricidad. Los principales biocombustibles españoles son: orujillos (de aceite y de uva), los huesos de aceituna, las cascaras de frutos secos tanto agrícolas como forestales, los residuos forestales y de la industria forestal (astillas, cortezas, costeros y serrines).

El uso de la biomasa como recurso energético supone:

  • Disminución de las emisiones de azufre.
  • Disminución de las emisiones de partículas
  • Emisiones muy reducidas de contaminantes como CO, HC y NOX.
  • Ciclo neutro de CO2, sin contribución al efecto invernadero.
  • Reducción del mantenimiento, y de peligros derivados de fugas y escapes de gases y combustibles en industrias y viviendas.
  • Reducción de riesgos de incendios forestales.
  • Aprovechamiento de residuos agrícolas.
  • Independencia energética del exterior y de las fluctuaciones de los precios de los combustibles.
  • Mejora socioeconómica de las áreas rurales.

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